Limpieza

Para terminar con las superficies plagadas de vasos plásticos tirados en el suelo, abandonados en las calles o en los espacios verdes, llegó el momento de los bienes durables, que implica un cambio en el modo de consumo. Los vasos reutilizables permiten disminuir un 80% el volumen de desechos en un evento.
La utilización de vasos reutilizables tiene un efecto positivo en el comportamiento de la gente; si bien quedan todavía en el suelo servilletas de papel, envases de vidrio o de aluminio, platos y cubiertos de plástico u otros contenedores de patatas fritas, desde el momento en que hay menos descartables, el público hace el esfuerzo de clasificar más y de arrojar los desechos en los basureros. Los sitios permanecen más limpios y agradables.
Gracias a ese pequeño gesto, los usuarios contribuyen a la preservación del medio ambiente y de los paisajes.

¿Vasos reutilizables o vasos reciclables?

¡Basta de vajilla en plástico desechable, llego el momento de la vajilla reciclable! ¡Una alternativa genial! De entrada, la idea es atractiva. Sin embargo, lo reciclable no induce a un cambio de comportamiento; por el contrario, bajo la etiqueta de "reciclable" caen por tierra las últimas reticencias a tirar los vasos al suelo: "¡Es reciclable, no hay problema!". Sin embargo, hay que tomarse el trabajo de juntar los vasos al finalizar el evento, clasificarlos e intentar reciclarlos: el resultado no está actualmente comprobado.
Además, ¿no hace falta materia prima para fabricar los vasos desechable? Se utiliza la misma cantidad de energía para fabricar un vaso reciclable que uno reutilizable; pero luego de la primera utilización, el vaso reciclable no tiene más utilidad en tanto que el reutilizable no está más que en el inicio de un largo viaje a través de numerosos eventos a los cuales va a servir.
La vajilla reciclable en general y los vasos en particular no modifican en nada el volumen de desechos; tienen un efecto dañino y son consumidores de energía igual que los productos descartables tradicionales.

Lavado y reciclaje.

Para ser lavado en máquinas respetando las normas de higiene, el vaso reutilizable necesita de 6 a 10 centilitros de agua.
Al finalizar su vida útil, el vaso reutilizable tiene una segunda vida: fundido, se recicla en ceniceros de playa, posavasos, rascadores de escarcha para coches...
 

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